Soy lo que llaman un Psicólogo, y después de un máster en terapia de conducta he decidido estudiar también criminología (aunque, seamos sinceros, esto último ya es por vicio). Creo que la Inteligencia Emocional es una herramienta muy importante en el crecimiento personal y estoy decidido a extenderla todo lo posible, por eso soy docente infantil y juvenil. Si los adultos somos capaces de beneficiarnos de ella tan bien, para los niños es algo instintivo, entienden las cosas al vuelo incluso cuando parece que le hacen más caso a un lápiz de colores que a ti (pero es que competir por la atención con un lápiz de colores es complicado, sobre todo si es fluorescente).

Para mí, colaborar con CreaEmoción es la forma perfecta de combinar la emoción de enseñar y ver a los niños aprender con las ganas de ser parte de un proyecto bien bonito. ¡Y por fin puedo decir que el humor se usa en el aula como herramienta de aprendizaje!