Entradas

,

La Autoestima, nuestra mejor defensa.

“Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero”.
Jorge Bucay

¿Sabes para que sirve tener una sana autoestima?, ¿sabes cómo y cuándo se desarrolla?, ¿sabes cómo mejorarla?

En este post vamos a contestar a estas preguntas y algunas más. Comenzamos…

En primer lugar deberíamos definir qué es la Autoestima. Existen numerosas definiciones que son mucho más técnicas pero en términos “de andar por casa” podríamos decir que es algo así como un escudo protector. En la vida existen numerosos desafíos para los que un nivel sano de Autoestima nos evitara mucho malestar, inseguridad y gran pérdida de energía psíquica.

Aquí conviene matizar que las personas que nos rodean o determinadas situaciones no nos suben o bajan la autoestima. Ellas nos muestran cual es nuestro nivel de autoestima de modo que podamos trabajar para mejorarlo.

¿Cómo se desarrolla?, ¿cuándo se crea? Durante la infancia. De pequeños necesitamos tener cubiertas tres necesidades básicas para un correcto desarrollo de la Autoestima. Imagina que son tres vasos que deben ser llenados al 100%.

Nuestra familia debe garantizar de forma satisfactoria que nos sintamos Seguros (casa, calor, comida, límites saludables). Reconocidos (respetados, valorados) y Amados de forma incondicional (te quiero, hagas lo que hagas, aunque te regañe o ponga límites).

Si estas necesidades no han sido correctamente satisfechas cuando seamos adultos buscaremos compensarlas a través de los demás, el resultado es la dependencia, como puedes imaginar. Orientaremos nuestras conductas a recibir de los demás el amor, seguridad o reconocimiento que no obtuvimos de forma satisfactoria en la infancia. Pero el entorno nunca llenará estos tres “vasos” por más que lo intenten solo podemos hacerlo nosotros mismos, trabajando desde el interior.

Por lo tanto, ¿qué puedo hacer si detecto que mi Autoestima es mejorable? Pues elevarla. ¿Cómo? Como decía antes…desde dentro. Tenemos que darnos a nosotros mismos todo lo que nos faltó durante nuestro desarrollo. Necesitamos nuevos datos que confirmen que somos autosuficientes y capaces de darnos todo el amor incondicional, seguridad, respeto y valoración necesarios hasta que esos tres “vasos” estén llenos a rebosar.

El mejor modo de hacerlo es a través del pensamiento. Observa tu diálogo interno, sobre todo en las situaciones en que tu nivel de Autoestima se pone a prueba. Por ejemplo, observa que te dices cuando comentes un error, escúchate. ¿Cómo te hablas?, ¿quizá te equiquetes (¡que torpe eres!) o generalices (¡siempre igual!), o magnifiques (¡esto va a ser terrible!)? Detecta todas las distorsiones cognitivas que cometes y cámbialas por frases más realistas. A fin de cuentas, se trata de que construyas un Autoconcepto más objetivo, sabiendo detectar todo lo “bueno” que hay en ti, y reconociendo también lo mejorable, desde la confianza en ti mismo para cambiar todo aquello que desees mejorar.

No es complicado solo requiere de atención, confianza y perseverancia. ¿Te animas a mejorar tu escudo protector?

 

,

La importancia de educar para una sana Autoestima

Hasta que no te valores a tí mismo, no valorarás tu tiempo. Hasta que no valores tu tiempo, no harás nada con él (M. Scott Peck)

En un post anterior os hablábamos de la importancia que tiene adquirir las habilidades de la Inteligencia Emocional en los Centros Educativos. Y hoy queremos en concreto hablar de la importancia que tiene la Autoestima en el desarrollo de nuestros pequeños.

¿Sabes qué es la Autoestima? ¿Sabes en qué periodo de nuestra vida se desarrolla y cómo? La Autoestima es una de las competencias estrella que tratamos en la formación en Inteligencia Emocional ya que lo inunda todo: nuestros pensamientos, nuestras reacciones, nuestra relación con los demás,…

Seguro que casi todos nosotros sabemos identificar los efectos de una baja Autoestima en nosotros mismos y también en los demás, pero, ¿cuántos de nosotros sabemos qué hacer para elevarla y sanarla?

Más allá del tan utilizado consejo “tú lo que tienes que hacer es quererte más”…, pero vamos a ver, ¡¿eso cómo se hace?! ,¿lo decido y ya?, suena complicado ¿verdad?

Todas estas consideraciones requieren de un análisis profundo y de aprender, como si de un idioma se tratara, qué es exactamente la Autoestima, cómo influye en mi vida, y cómo elevarla. La autoestima no es estática, podemos elevarla; no es difícil, sólo hay que saber cómo.

Pero hoy no hablaremos sobre nuestra propia Autoestima; vamos a analizar otro aspecto importante a tener en cuenta y que tiene que ver con nuestra responsabilidad:

¿Eres padre o madre? ¿Tienes sobrinos, nietos, primos pequeños, eres profesor o de algún modo te relacionas con menores? Entonces es importante que sepas que la Autoestima se desarrolla durante la infancia. Con lo cual, se hace necesario tener conocimientos y adquirir competencias relacionadas con ella, de modo que sepamos reforzar la Autoestima de los menores que nos rodean. Ellos van a construir su propia Autoestima en función de los estímulos del entorno, necesitan sentirse valorados, respetados, amados de forma incondicional, seguros, necesitan coherencia de parte de los adultos que los rodean.

Piensa en esto: si tienes hijos por ejemplo, ¿cómo te gustaría que fueran en su edad adulta?, ¿quizá personas íntegras, que orientan sus acciones desde valores saludables, con poder personal, seguros de sí mismos, que confían en sus capacidades para conseguir lo que desean?, y como resultado de todo esto…¿felices?

Si es así, ¿qué estás haciendo tú ahora para que ellos sean así en el futuro?

Es primordial que conozcamos el modo de reforzar la Autoestima de los menores para evitar dependencias en el futuro ya que todas las carencias que tengan durante su desarrollo se convertirán en dependencias externas en la edad adulta, hasta que ellos mismos decidan elevarla, igual que tú mismo podrías hacerlo con la tuya si ese es tu deseo.

¡Feliz fin de semana!

 

 

 

,

Autoconocimiento: ¿cuánto te conoces, o crees que te conoces? :-)

Hoy hablamos del Autoconocimiento, una herramienta primordial que nos ofrece la Inteligencia Emocional, imprescindible para nuestro desarrollo personal.

«Comprender quién eres realmente es mucho más importante que perseguir aquello que “deberías ser”. ¿Por qué? Porque si comprendes lo que eres, empieza un proceso de transformación espontáneo, mientras que si tratas de convertirte en aquello que crees que deberías ser, no se produce ningún cambio, sino tan solo una continuación de lo viejo con una apariencia diferente”.

Jiddu Krishnamurti

Teniendo en cuenta que podríamos definir la Inteligencia Emocional como una herramienta de desarrollo personal orientada al bienestar, la pregunta sería, ¿cómo es posible entonces adquirir más bienestar en mi vida a través de ella?.

La Inteligencia Emocional podría dividirse en dos grandes áreas: Área Intrapersonal, es decir la relación que tengo conmigo mismo y Área Interpersonal, o lo que es lo mismo, mi relación con los demás.

Dentro del Área Intrapersonal también podríamos subdividir ya que la Inteligencia Emocional abarca mucho más que el conocimiento y la regulación de nuestras emociones. Podríamos hablar entonces de competencias como el Autoconocimiento, la Autorregulación o la Automotivación.

Hoy hablaremos acerca del Autoconocimiento, también llamado Conciencia de uno mismo. Primero, nos preguntaremos:

¿Qué concepto tienes acerca de tí mismo? ¿Tu “Idea del Yo” está cerca de tu “Yo Real?.

¿Cuál es tu nivel de Autoestima?.

¿Qué creencias componen tu Sistema de Creencias?. ¿Son todas ellas saludables o tienes creencias que te limitan?.

¿Qué valores te rigen? y ¿cuáles son los principales, es decir, tus Principios?.

¿Sabes hacia dónde vas?, ¿qué sentido das a tu vida?, ¿sientes que te estás autorrealizando?.

La respuesta a estas preguntas y algunas más las responderá nuestro nivel de Autoconocimiento. Es muy importante conocerse bien y elevar nuestra Autoestima en caso necesario ya que si no, mi Autorrealización será imposible.

Ahora bien, ¿qué necesito para conocerme más y mejor?

Puedo obtener información eficaz a través de mí, es decir, de mis experiencias, de mis emociones, de mis conductas…

También puedo conocerme mejor a través de los que me rodean; ellos pueden darme información muy eficaz desmintiendo o validando aquello que creo que sé de mí. Quizá pienso que soy una persona muy generosa pero mis amigos piensan que soy un “tacaño”. Pregunta a tu entorno para saber cómo te perciben ellos.

Mis emociones también me darán mucha información acerca de mí. Por ejemplo, si ante una situación me siento culpable puedo observar qué creencia (que suele estar oculta) me está indicando que debo sentirme así ante esa situación. Quizá me está indicando que la imagen que tengo acerca de mí mismo no se corresponde con mi Yo Real en este caso concreto. Esto me da la oportunidad de revisar dicha creencia y los resultados que tiene en mi vida. Así, si considero que me limita podré sustituirla por una creencia que me potencie.

Imagina que te sientes culpable porque tu madre te reprocha que no la visitas a menudo. ¿Qué creencia acerca de ser un “buen hijo” se activó en tí para que te sintieras culpable?. Aprovecha para revisarla y decide si te limita o te potencia. Tienes una fantástica oportunidad para averiguar si quieres cambiar tu creencia o revisar tu conducta.

Pero para poder aprovechar cada situación que vivo de forma que aumente mi Autoconocimiento debo desarrollar primero una capacidad fundamental: la Observación. Sin miedo, con coraje, honestidad y humildad. Cuanto más sepa acerca de mí mismo más fácil será que consiga aquello que deseo.

La inteligencia Emocional te va a dar muchos recursos para conseguirlo, te animo a que profundices en ella.

¡Feliz día!

 

CreaEmoción visita un colegio de Alcalá de Henares.

El pasado lunes 22 de febrero visitamos el colegio San Joaquín y Santa Ana de la localidad de Alcalá de Henares (Madrid).

Unas semanas antes, su director de infantil y primaria, Alfredo, había contactado con nosotros ya que los profes del colegio habían mostrado interés en la Inteligencia Emocional y buscaban algún tipo de formación en esta disciplina. Después de una agradable reunión acordamos ofrecer una charla informativa sobre las competencias propias de la IE para padres y profesores y así averiguar el grado de interés por parte de unos y otros.

La acogida a esta idea fue espectacular. Alfredo nos comentó que estaban desbordados, tuvieron que habilitar el gimnasio del colegio ya que la sala que tenían prevista se les quedaba pequeña, de hecho, tuvimos que planificar una segunda charla solo para profesores ya que no cabía todo el mundo.

Afortunadamente su capacidad para adaptarse a esta nueva situación fue fantástica y en poco tiempo teníamos los medios técnicos necesarios para que todo el mundo pudiera ver y oír la conferencia con absoluta claridad.

El resultado de la conferencia fue espectacular. Después de una hora hablando con los más de ciento cincuenta padres y madres interesados en el tema podemos decir que la inteligencia emocional vuelve a sorprender e impactar a la audiencia. Gran parte de los participantes solicitaron más información y se mostraron muy interesados en formarse ellos mismos para apoyar a sus hijos.

El próximo lunes día 29 volveremos al cole para impartir la conferencia, esta vez a los profes. A partir de ahí empezaremos a organizar una formación a largo plazo a la que asistirán padres y profesores. ¿Os imagináis lo que puede suponer? Un equipo de padres y profesores unidos para apoyar a niños y jóvenes con las competencias de la Inteligencia Emocional. ¡Maravilloso!

Muchísimas gracias al cole y sus responsables por esta gran oportunidad para la Inteligencia Emocional.

¿Cómo reaccionamos según nuestro nivel de Autoestima? Caso práctico

Nuestra autoestima es un cristal que llevamos constantemente frente a los ojos. Dependiendo de su nivel, el cristal tendrá uno u otro color, lo que significa que teñirá todas las situaciones que vivamos de éste color, distorsionando así nuestra manera de percibir las situaciones cotidianas que vivimos.

La Autoestima se construye desde nuestra primera infancia hasta nuestra adolescencia (si quieres saber más puedes ver nuestro post EDUCANDO PARA UNA SANA AUTOESTIMA).

Para entender éste concepto he querido compartir con vosotros un ejemplo práctico que lo ilustra de manera sencilla. Misma situación, tres autoestimas distintas, tres percepciones de la realidad completamente diferentes.

 

¿Cómo reaccionas según tu nivel de Autoestima?

Ángela, María y Daniel van a su ambulatorio local el mismo día. Ellos no se conocen de nada, y son personas muy distintas, pero van a vivir la misma situación. Son las 9 de la mañana, acaban de hacerse un análisis de sangre y están esperando la cola para que la administrativa les de los resguardos para recoger los resultados.

Ya en la cola, antes de que les toque el turno, observan que la expresión de la señora que les va a atender no es precisamente amable. Vamos a ver lo que se les pasa por la cabeza a cada uno:

María: Vaya, esa mujer no tiene buena cara. Me pregunto si estará bien.

Daniel: ¿Cómo? ¿La estúpida esa es la que me va a atender? Verás…que se atreva a mirarme a mí con esa cara, que se atreva que hoy la liamos aquí…

Ángela: Ay, no. Me voy, me voy de aquí. Es que necesito ese resguardo si quiero los resultados…pero esa mujer me da mucho miedo, ¿no hay otra que me pueda atender? ¡Socorro!

Llegan por fin a la ventanilla, y, efectivamente, la administrativa no les trata de la manera más correcta. Refunfuña, no les mira a la cara, y no utiliza las mejores palabras posibles. ¿Cómo reaccionará cada uno mientras les atiende?

María: Efectivamente, esta señora no debe estar pasándolo muy bien. Habrá dormido mal, posiblemente, o tendrá algún problema personal. Bueno, que me de mi resguardo y me voy a trabajar.

Daniel: Es que no me lo puedo creer. Estoy rojo de ira. Le voy a pedir una hoja de reclamaciones y le voy a poner una queja que se va a enterar. ¿Cómo se atreve a tratarme así? ¡A mi! Menuda asquerosa, amargada, me acaba de reventar el día, ya estoy cabreado hasta por la noche…

Ángela: Dios mío, estará pensando que soy la tía más idiota que ha visto es su vida, menuda cara de tonta estoy poniendo, por eso me habla así. Es que no me salen ni las palabras, no paro de tartamudear, ¡deja de tartamudear, estúpida, lo estás empeorando!

Ha quedado bastante claro que son personas muy distintas, con autoestimas muy distintas, pero, ¿cómo es realmente cada uno?

Ángela está muy insegura de sí misma, tiene baja autoestima. No se gusta nada, y por eso está segura de que no le puede gustar a nadie. Cree que si alguien la trata mal, es porque se lo merece. Está constantemente pendiente de lo que piensen de ella y la imagen que da, y le da muchísimas vueltas a las interacciones que haya tenido durante el día. Además, se habla muy mal a sí misma, ya que no se quiere.

Daniel se siente inseguro y poco válido porque no consiguió acabar sus estudios y tiene un trabajo que él considera mediocre. Tiene baja autoestima, por lo que tiene la necesidad de demostrar su valía constantemente, su orgullo y su altanería, es por eso que un trato incorrecto por parte de un externo le duele tanto y le hace enfadar. Lo siente como una humillación, aunque no sea así.

María, por el contrario, es una persona con sana autoestima. No se toma la situación como algo personal, sabe que no tiene nada que ver con ella, y eso le permite interesarse por la señora de la ventanilla y se pregunta qué le pasará. Se siente tranquila, confiada, le interesa la gente, por eso a veces se da cuenta de cuando alguien se siente mal y, si puede, le ayuda. No suele darle vueltas a las interacciones que ha tenido con los demás.

Como ves, nuestro nivel de autoestima determina nuestra forma de actuar en nuestro día a día. Y tú, ¿te conoces bien? ¿Sabes cuál es tu nivel de Autoestima?

¡Gracias por leernos! Y si te ha gustado, ¡comparte! 🙂