¿Qué es la tristeza?
La tristeza es una de nuestras emociones básicas. Al igual que la alegría, la sorpresa, el enfado, el asco o el miedo, podríamos decir que forma parte del “paquete básico” emocional que necesitamos para nuestro desarrollo y supervivencia.
La tristeza nos da una información muy específica, nos cuenta que hemos perdido algo importante. Nos habla de pérdidas evidentes como la muerte de un ser querido, una relación o un trabajo, pero también nos entristecemos cuando nos decepcionamos con nosotros (o los demás) o cuando “tiramos la toalla” ante una situación en la que nos sentimos impotentes.
En general, no es una emoción que nos guste sentir. Si es tu caso y quieres aprender a gestionarla primero necesitas saber qué es la tristeza, así es que vamos a ello.
La tristeza, ¿qué es? Síntomas de la tristeza
La mejor forma de saber si tu estado emocional está relacionado con la tristeza es prestando atención a tu cuerpo. Todas nuestras emociones tienen una repercusión física y la más evidente en el caso de la tristeza es la ausencia de energía.
Otros síntomas habituales son la disminución del interés en las actividades cotidianas, el placer o la diversión y la atención excesiva en la pérdida.
Si quieres aprender a gestionar esta emoción que nos hace sentir tan vulnerables veamos primero qué es lo que representa, es decir, qué significa la tristeza.
¿Qué significa tristeza?
Frente a la pregunta qué significa la tristeza, podríamos decir que la tristeza o dolor emocional es la respuesta física, mental y neurofisiológica ante un estímulo determinado que implica algún tipo de pérdida. Ahora bien, la duración de esta emoción estará determinada por numerosos factores, entre ellos:
- La envergadura de esta.
- Nuestros recursos personales para afrontarla.
- La gestión de nuestros pensamientos.
¿Qué es la tristeza emocional?
La tristeza emocional o dolor emocional es un estado en el que se suman dos variables. Por un lado, el estímulo (interno o externo) que provocó el dolor y por el otro los pensamientos que “alimentan” a la emoción, a este estado emocional solemos denominarlo sufrimiento.
Si queremos aprender a gestionar la tristeza o dolor emocional es fundamental que trabajemos sobre los pensamientos que alargan o intensifican dicha emoción.
¿Para qué sirve la tristeza?
Como ya sabes, esta emoción está relacionada con las pérdidas. Nos “roba” la energía vital, por eso nos sentimos tan vulnerables.
Pero entonces, si esta emoción es necesaria para nuestro desarrollo y supervivencia, ¿qué sentido tiene que nos quedemos sin energía? Esto es así porque el duelo provocado por esta emoción es necesario para poder reajustar nuestra vida a partir de lo que perdimos, es decir, dicho estado facilita la asimilación y adaptación a la pérdida, eso sí, siempre que sepamos hacerlo.
Por eso, aunque no sea una emoción agradable de sentir no es sano reprimir la tristeza emocional, pero tampoco podemos quedarnos enganchados a ella indefinidamente.
¿Por qué estoy triste?
Si acabas de perder a un ser querido, estás pasando por un proceso de divorcio o tu hijo acaba de independizarse seguro que la respuesta a esta pregunta está clara: porque esta persona era importante para mí. Sin embargo, hay infinidad de situaciones en las que detectamos la emoción, pero no sabemos realmente cuál es su origen.
Si esto te sucede alguna vez pregúntate:
- ¿Cómo estoy interpretando esta situación para que el resultado sea la tristeza?
- ¿Qué he perdido?
Contestar a estas preguntas te va a dar información muy interesante acerca de ti.
Estoy triste, ¿qué hago?
En ocasiones, es posible que no sepas qué hacer cuando te sientes triste.
Aquí van algunas claves si sientes tristeza y no sabes cómo salir de ella:
- El llanto. Llora lo que necesites ya que esto contribuye a reducir los niveles de neurotransmisores que alimentan la angustia y aflojarás la tensión.
- Haz deporte. Así sacudirás los estados de ánimo negativos al generar endorfinas.
- Márcate pequeños objetivos. Lograr metas te provocará alegría, la emoción opuesta a la tristeza, ayudando a reducirla.
- Relaciones personales. A través de ellas obtendrás distracción. La generosidad hacia los demás tiene un efecto euforizante positivo y contrarresta la sensación de pérdida.
- Cultiva emociones de agrado. Crea situaciones que te provoquen emociones como la gratitud, la ilusión, el entusiasmo o la serenidad. Esto facilitará enormemente el proceso.
- Gestión de los pensamientos. Detecta los pensamientos que te “atascan” en el proceso de duelo, comprobarás que casi todos ellos están relacionados con algún tipo de miedo. Racionaliza dichos miedos para avanzar.
En resumen
Como hemos visto, la tristeza sirve: es una emoción tan necesaria como cualquier otra, aunque en general no nos guste sentirla. Por eso es importante saber qué es la tristeza, aprender a gestionarla adecuadamente y aprovechar para conocernos mejor durante el proceso.