5 Ejemplos de frases asertivas

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La asertividad es un modelo de relación, es la forma en la que se relacionan las personas con sana autoestima. Cuando tienes sana autoestima no te sientes inferior o superior a los demás. Esto permite que puedas relacionarte desde el respeto hacia ti y, por extensión, hacia los otros.

La asertividad se aprende. Cuando la pones en práctica en tus relaciones, empiezas a tener una visión más positiva sobre ti y sobre tu manejo social.

Por eso vamos a profundizar en esta fantástica herramienta que nos permitirá abordar conflictos, decir NO sin culpabilidad, autoafirmarte de forma madura, hacer peticiones, defenderte de los ataques de los demás y muchas cosas más. Por eso vamos a ver juntos varios ejemplos de frases asertivas y cómo trabajar la asertividad.

Y como siempre nos gusta señalar, aunque no existen fórmulas mágicas ni una forma única de intervenir, veremos cinco situaciones y sus posibles respuestas asertivas, para que empieces a tomar contacto con el “idioma” de la asertividad.

¿En qué consiste la asertividad?

Existen numerosas definiciones sobre asertividad por lo que es posible que en algún momento te hayas preguntado en qué consiste la asertividad exactamente. A nosotros nos gusta especialmente la definición de la famosa psicóloga Olga Castanyer, autora del libro Asertividad: expresión de una sana Autoestima.

Ella define la asertividad como “La capacidad de hacer valer los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás, o lo que es lo mismo, respetándonos y respetando a los demás”.

Piensa en lo complicado que puede resultar esto en ocasiones, sobre todo cuando nuestras emociones toman el control y el miedo nos lleva a la sumisión o el enfado nos lleva a la agresividad. La asertividad es el punto de equilibrio entre ambas.

En términos generales podríamos decir que somos asertivos cuando:

  • Somos conscientes de nuestros derechos y necesidades.
  • Somos capaces de defender dichos derechos de la forma adecuada. Es decir, poniendo en juego habilidades sociales ecológicas (no dañinas).
  • Sabemos respetar en todo momento a nuestro interlocutor.

Las personas asertivas suelen ser definidas como “buenas” pero no “tontas”. ¿Has conocido alguna vez a alguna persona de la que se dice que es demasiado “buena”? Si los demás abusan de nosotros no es por nuestra bondad, es porque no sabemos defendernos, la bondad no puede excluirnos a nosotros mismos, ¿no crees?

que es ser una persona asertiva

Qué es ser una persona asertiva

Veamos entonces las diferencias fundamentales que existen entre los tres principales modelos de relación para entender mejor qué es ser una persona asertiva. De esta forma podrás identificar con claridad cuando estás en el rango de la sumisión, el de la agresividad (o estilo pasivo agresivo) y cuando tu actitud es asertiva.

Por supuesto, ten en cuenta que hablamos en términos generales. Si quieres autodevaluarte piensa siempre en tendencias recurrentes, no tanto en casos excepcionales.

  • Estilo sumiso: Las personas con tendencia a la sumisión suelen tener un tono de voz más bajo, con poca fluidez, vacilaciones, tartamudeo o huida del contacto ocular. Suelen quejarse ante terceros de las situaciones que no supieron gestionar y en ocasiones pueden ser personas “sacrificadas” para evitar molestar u ofender.
  • Estilo agresivo: Este estilo suele estar marcado por un tono de voz elevado, tajante o incluso amenazante. Suelen ser personas que creen que si no se comportan de este modo son demasiado vulnerables y tienden a vivir las situaciones conflictivas en términos ganar-perder lo que las hace poco propensas a la colaboración o negociación. Su agresividad es una forma de control, quieren provocar miedo en los demás. A menudo, logran su objetivo y esto hace que sigan autorizándose a comportarse de este modo.
  • Estilo asertivo: Las personas con un estilo de comunicación asertivo suelen tener una forma de hablar fluida, segura, con contacto ocular directo pero no desafiante y relajación corporal. Saben defenderse sin agredir, saben discrepar abiertamente, aclarar equívocos y pedir aclaraciones desde la confianza y con sensación de control emocional. Pueden firmes sin agresividad.

Comunicarse de forma asertiva

Si tenemos tendencia a relacionarnos desde la agresividad o la sumisión cambiar nuestros hábitos puede suponer un reto. Para cambiar progresivamente nuestro estilo de comunicación con la intención de empezar a comunicarse de forma asertiva, necesitamos, en primer lugar, empezar a pensar en el lenguaje de la asertividad. Cada vez que tengamos una interacción es importante revisar nuestra conversación y hacernos las siguientes preguntas:

  • ¿Mi actitud y mis palabras fueron asertivas, sumisas o agresivas?
  • ¿Qué habría sido ser asertivo/a?
  • Si esta misma situación se repitiese mañana. ¿Qué me gustaría cambiar?

Ten en cuenta que es muy probable que el miedo intervenga y te sabotee, te dirá que si hubieses actuado de otro modo habría sido peor, por eso volvemos a destacar el concepto CAMBIO PROGRESIVO.

No necesitas cambios drásticos, además, es probable que te dé miedo hacerlo. Hay muchos grados de asertividad, comienza con pequeños cambios ya que siempre tendrás ocasión de aumentar la intensidad.

ejemplo de comunicacion asertiva

Frases asertivas en 5 ejemplos

Si ya has decidido qué quieres mejorar en tu comunicación quizá algunos ejemplos de comunicación asertiva puedan inspirarte.

Pero no olvides algo importante, estos ejemplos de frases asertivas no van a funcionar con cualquier persona o en todas las circunstancias. Te las explicamos para ilustrar que existen opciones de comunicación asertiva. Así tendrás un punto de referencia desde el que puedes trabajar, ya sea solo o sola, o con algún profesional de la inteligencia emocional.

Para ver resultados positivos es necesario probar distintas opciones y ver qué te funciona mejor.

  1. Tu jefe está enfadado porque no entregaste a tiempo algo que te pidió. En lugar de hablar sobre lo que has hecho mal te ataca personalmente con comentario del tipo: “Eres un incompetente, no entiendo cómo he podido confiar en alguien tan irresponsable como tú”.
    Quizá pueda resultar un tanto arriesgado poner límites directos o confrontar a nuestro jefe sobre sus palabras, por eso en este caso podríamos utilizar la técnica del Acuerdo Asertivo o de la Pregunta Asertiva y decir algo así como: “Entiendo que estés enfadado porque no he cumplido con el plazo y creo que te debo una explicación. Por otro lado, creo que si excluimos los ataques personales y nos centramos en las acciones a corregir seguro que tenemos una conversación más productiva”.
  2. Tu pareja está de mal humor. Ha llegado irascible del trabajo y “lo paga contigo”. Está más exigente y demandante de lo habitual. Te dice algo así como “Nunca colaboras en casa, sabes que tienes que hacer tu parte, pero siempre te escaqueas”.
    En este caso puede ir bien utilizar la técnica del Mensaje Yo combinada con la técnica del Aplazamiento Asertivo. Por ejemplo: “Sé que quizá no es el mejor momento para analizar esta situación desde la calma, si quieres lo hablamos cuando estemos más relajados. Cuando hablas en términos absolutos y dices que siempre hago las cosas mal cuando no siempre es así me siento impotente y me desmotivo”.
  3. Estás exponiendo tu punto de vista sobre una situación con tu grupo de amigos, un miembro del grupo hace un comentario en tono de burla o chiste fácil sobre ti. En este tipo de situaciones, sobre todo si hay “público”, puede ir fenomenal la técnica de la Confrontación, que, a su vez, puede utilizarse de forma más directa o más sutil.
    Una forma suave de confrontación sería repetir literalmente las palabras que la persona utilizó para atacarte en forma de pregunta: “¿Estás diciendo que…?”. Obviamente desde la calma. Esto suele “invitar” a la otra persona a dar una explicación sobre su comentario.
  4. Un miembro de tu familia insiste en culpabilizarte sobre algo de lo que tú no te sientes culpable. En este caso puede ser útil la técnica del Banco de Niebla combinada con el Disco Rayado.
    Podrías decir algo así como: “Comprendo perfectamente tu punto de vista, pero no puedo estar de acuerdo porque…” y repetir tu argumento las veces que sea necesario (importante: siempre con el mismo tono) hasta que la persona desista.
  5. Una persona cercana a ti te pide algo que es muy importante para ella, pero dicha petición excede tus límites y no quieres darle lo que te pide.
    Aquí, para ser más ecológicos y teniendo en cuenta la frustración que puede sentir la otra persona ante tu negativa puedes utilizar la Asertividad Empática junto a los Mensajes Yo y decir algo así como: “Entiendo que para ti es importante lo que me pides sin embargo tengo que negarme porque…”
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Conclusiones

Como hemos observado, es fundamental que aprendamos a relacionarnos de forma asertiva. Así protegeremos nuestra autoestima y mejorarán nuestras relaciones.

No podemos cambiar un modelo de relación de un día para otro, pero con práctica y determinación conseguiremos cambiarlo progresivamente y seremos capaces de interactuar con los demás desde el respeto a nosotros y los demás.

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Y si quieres saber más sobre relaciones interpersonales, puedes leer nuestro artículo sobre ejemplos de conflictos familiares