Definición de Escucha Activa
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Dice el famoso pensador Jiddu Krishnamurti que la verdadera escucha es todo un reto ya que, según sus propias palabras:
“Cuando intentamos realmente escuchar, descubrimos que resulta extraordinariamente difícil, porque siempre estamos proyectando nuestras opiniones e ideas, nuestros prejuicios, nuestro pasado, nuestros deseos o impulsos”.
Desde esta premisa podemos tomar la definición de Escucha Activa como la habilidad para escuchar sin un proceso mental paralelo, es decir, desde el “vacío interior”. Esta forma de escucha nos permite recibir información más allá del mensaje evidente.
Explicaremos a qué nos referimos más adelante, pero de momento cabe pensar que si escuchamos con un diálogo interno paralelo sucede algo parecido a cuando escuchamos a un profesor tomando apuntes a la vez. No podemos evitar perder parte de la información, ¿no crees?
Escucha Activa, ¿qué es?
Antes de adentrarnos en el concepto es importante hacer un ejercicio de humildad asumiendo que cuando escuchamos no podemos evitar “traducir” la información recibida.
Esto significa que, para dar sentido al mensaje, vamos a interpretarlo desde cómo somos nosotros, proyectaremos en la otra persona nuestro propio “mapa”. Esto es un enorme hándicap y suele acarrear muchos problemas de comunicación ya que, al interpretar proyectando sacaremos conclusiones a menudo equivocadas por lo que la otra persona puede no sentirse comprendida.
Pero volvamos al principio. Si nos preguntamos qué es la escucha activa, podemos decir que esta habilidad de comunicación implica ser capaz de recibir información a nivel profundo. Esto significa que no sólo comprenderemos su mensaje más evidente. Recibiremos otro tipo de información como, por ejemplo:
- Comunicación paraverbal y no verbal.
- Emociones y/o estados emocionales.
- Interpretación subyacente a su mensaje.
- Actitudes.
- Recursos personales o ausencia de éstos.
- Creencias, valores, etc.
Como imaginarás, ser capaz de recibir tal cantidad de información, en determinados contextos, puede reportar grandes beneficios. Uno de los principales es que aumenta nuestra capacidad para gestionar nuestras relaciones interpersonales incrementando nuestras habilidades sociales.
La Escucha Activa en la comunicación
La comunicación eficiente ya es un reto en sí misma por muchos motivos en los que no profundizaremos en esta ocasión. Pero sí es importante entender que la capacidad para manejar los conflictos, la capacidad de influencia o las conductas asertivas tienen como base nuestra habilidad para recibir información. Y eso solo podemos lograrlo a través de la Escucha Activa.
La Escucha Activa es el resultado natural cuando eliminamos las barreras que lo impiden. Por eso mismo es importante conocer qué factores la condicionan:
- Elementos externos: físicos, ambientales, etc.
- Falta de interés sobre el tema.
- Estilo de vida acelerado, las prisas.
- Permitir que nuestras emociones bloqueen el mensaje.
- Adaptar la información a ideas preconcebidas.
- Crear o tolerar distracciones, ensoñaciones.
- Nuestra necesidad de opinar (interrupciones).
- Prejuicios y/o juicios de valor.
- Desconsideración hacia la otra persona o su mensaje.
- Conclusiones precipitadas.
- Temor a la influencia de nuestro interlocutor.
Te invitamos a que revises tus propios condicionantes. Reflexiona sobre los motivos que dieron lugar a tus propias limitaciones y sobre las consecuencias negativas que esto tiene para ti. Finalmente, decide si te gustaría cambiar algo al respecto.
Porqué es importante la Escucha Activa
Como ya hemos mencionado, esta habilidad tiene muchos beneficios, vamos a centrarnos en algunos de los principales que hacen que la escucha activa sea tan importante:
- Es una habilidad básica. Estamos más expuestos a recibir información que a transmitirla por lo que es de sentido común pensar que cuanto mejor escuchemos más aprenderemos, además, nuestra capacidad para retener información aumentará mejorando la memoria.
- La Escucha Activa conduce a relaciones más auténticas y profundas. Reduce los malentendidos, genera confianza y aumenta nuestra capacidad de influencia a través de la comprensión.
- Nuestra intención de entender en profundidad al otro antes de poner el “foco” en nosotros reducirá considerablemente el impacto emocional que las acciones o palabras de los demás tienen sobre nosotros por lo que nuestra habilidad para reaccionar mejora.
- Nuestra escucha total y absoluta es uno de los mejores “regalos” que podemos hacer a nuestro interlocutor. Piensa en cómo te sientes tú cuando sabes que no te están prestando atención, es una forma de desprecio, ¿verdad? Cuando hacemos Escucha Activa la persona se siente valiosa y respetada en la comunicación. Esto aumenta las probabilidades de que ella nos escuche de la misma forma.
3 Ejemplos de Escucha Activa para mejorar
Ahora te invitamos a que te autoanalices. Piensa en el “lugar” desde el que escuchas, al menos en las interacciones que más te importan. Ese rol que en ocasiones desempeñamos al escuchar es un filtro que distorsiona el mensaje profundo del otro.
Tal vez lo comprendamos mejor con ejemplos de escucha activa. A continuación listamos tres roles diferentes que impiden esa escucha auténtica. ¿Te reconoces en alguno de ellos?
- Rol de Consejero: Se activa cuando escuchamos para aconsejar, “rescatar” al otro de su situación o darle una solución a su problema. Este rol puede provocar en la otra persona sentimiento de inferioridad o impotencia si no se siente capaz de ejecutar nuestra visión de las cosas. Quizá, en lugar de esto podríamos no dar por sentado que eso es lo que el otro espera de nosotros y reflexionar sobre qué es realmente ayudar a través de la Escucha Activa.
- Rol de Juez: Se activa cuando escuchamos para emitir un juicio de valor, ya sea positivo o negativo. Este modo de escuchar es inhibidor y auto limitante además de colocarnos en un plano de superioridad. Una alternativa más sana puede ser escuchar desde la conciencia de nuestra propia ignorancia.
- Rol de Víctima: Se activa cuando, paralelamente al mensaje, comenzamos a procesar las consecuencias que éste tendrá en nosotros. Esta posición contamina nuestra escucha porque nuestros temores impiden que captemos el mensaje con claridad. La alternativa saludable puede ser aplazar el impacto emocional que la situación puede tener en nosotros hasta asegurarnos de haber recibido toda la información. Para lograrlo necesitamos concentración y disciplina.
Conclusiones
Según la definición de Escucha Activa que hemos visto al principio, podemos concluir con la idea básica de que para desarrollar esta habilidad es necesario trabajar sobre aquello que te impide tenerla.
Revisa tus condicionantes, trabaja sobre ellos y el resultado final será tu capacidad para escuchar desde el “vacío interior”. De forma que recibirás información más allá del contenido evidente del mensaje.
Llegados a este punto muchas personas se preguntan: “Si me concentro tanto en escuchar y no pienso anticipadamente en una respuesta, ¿seré capaz de seguir una conversación sin silencios incómodos?”. No te preocupes por eso, tu capacidad para responder no va a disminuir ya que tenemos una capacidad para procesar información seis veces superior a la que nuestro interlocutor tiene para verbalizar. Utiliza todo ese tiempo libre mental para comprender en profundidad y tu respuesta saldrá sola.
Esto te convertirá en un maestro/a en el arte de las relaciones interpersonales. Te invitamos a que lo compruebes con tu propia experiencia.
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