Consejos para el miedo infantil

miedo infantil

Si tienes hijos o alumnos dentro de la etapa infantil seguro que sabes de qué forma sus miedos pueden llegar a convertirse en una limitación a muchos niveles. Hoy vamos a entender un poco mejor cómo es el miedo durante la infancia, para que puedas apoyarles en la gestión de esas inseguridades que a menudo les bloquean.

También veremos algunos consejos para el miedo infantil. Estas pautas que puedes aplicar te serán muy útiles para que sean ellos mismos los que puedan crear los recursos que les ayudarán a superar las limitaciones propias de esta emoción.

Miedos infantiles por edades

Esta emoción, desde un punto de vista biológico, es adaptativa y necesaria, además de inevitable. Por eso encontramos diferentes miedos infantiles por edades y reconociendo esta emoción en nuestros hijos desde su más tierna infancia.

El miedo nos cuenta que no tenemos recursos ante una amenaza ya sea real o imaginaria. Esa desproporción entre recursos y amenaza suele bloquearnos impidiéndonos afrontar la situación y superarla.

El miedo en bebés

Cuando son bebés (a partir de los seis meses), y durante sus primeros años de vida sus miedos fundamentales estarán relacionados con ruidos fuertes, personas extrañas, dolor físico, separación de sus figuras de apego y, en ocasiones, también a ciertos animales.

El miedo en la infancia

Durante la segunda etapa de la infancia, los miedos se vuelven un poco más complejos ya que aparece una variable muy propia de esta edad: la imaginación. Por este motivo es muy habitual observar en nuestros hijos otros miedos como el miedo a la oscuridad o a seres sobrenaturales.

Por eso, tiene sentido pensar que, si la imaginación de nuestros hijos es la que provoca sus miedos, puedan utilizar la propia imaginación para abordar la situación.

Si quieres profundizar en este tema, puedes leer nuestro artículo sobre la imaginación y los miedos en los niños

Y en esta escena de la famosa película Patch Adams tienes un ejemplo de cómo hacerlo. Ver video

miedos normales en la infancia

Miedos normales en la infancia

Todos los miedos mencionados son normales y naturales, pero, por supuesto, podemos desarrollar recursos para apoyarles de forma que aprendan a gestionarlos. En primer lugar, vamos a trabajar sobre nosotros, los adultos.

Pregúntate: ¿cómo reacciono yo cuando mi hijo tiene miedo infantil?, ¿qué emoción o emociones surgen en mí? Estas preguntas son importantes ya que si tus propias emociones te limitan resultará más complicado que puedas apoyarles.

Si ya tenemos la capacidad para reaccionar desde la calma, ahora podemos iniciar una fase de exploración en la que vamos a intentar descubrir qué significa realmente para mi hijo su miedo.

Sin esta fase de exploración va a resultar mucho más complicado elaborar un plan de acción adaptado a sus características y necesidades y así, crear el recurso necesario que les dé seguridad. Es importante entender que una misma amenaza no representa lo mismo para diferentes personas.

Un ejemplo de temores infantiles

Imagina que estás en el parque con tu hija de 6 años. Ha subido a un tobogán y cuando está arriba se queda paralizada por el miedo y no logra bajar. ¿Cómo la acompañarías en la gestión de la situación?

Seguro que, frente a este tipo de temores infantiles, muchas personas se acercarían a su hija y le ofrecerían directamente una solución, por ejemplo, “venga, tírate, no tengas miedo, yo te espero abajo”. Lo habitual suele ser que nosotros les ofrezcamos la “solución” a su problema sin explorar.

Si aplicamos la técnica de la exploración podríamos empezar validando su emoción para reducir la angustia (Por ejemplo: “Entiendo que tengas miedo, está muy alto, ¿verdad?) y a continuación podemos preguntarle qué cree que puede pasar si se tira para descubrir lo que la situación representa para ella (puede darle miedo la velocidad, o la altura, o el aterrizaje…).

Después podemos preguntar qué cree que necesita para sentirse más segura. Esta pregunta es fundamental, aunque en la mayoría de las ocasiones no sepan qué responder. Con este tipo de pregunta activamos su hemisferio izquierdo alejándolos del secuestro emocional y, por lo tanto, del bloqueo.

Si son incapaces de encontrar una respuesta les podemos dar diferentes opciones para que elijan. Es muy importante, sobre todo si queremos que vayan creando sus propios recursos, que no se lo demos todo pensado. Recuerda que queremos que activen su parte racional para que salgan de la parálisis y puedan avanzar.

miedos infantiles por edades

Consejos para trabajar el miedo infantil

Veamos ahora, a modo de resumen, algunas alternativas que podemos practicar en lugar de simplemente dar un consejo o indicación cuando nuestros hijos se bloquean ante el miedo:

  • Escúchale atentamente en lugar de darle una solución inmediata a su miedo. No todo es actuar, piensa que con una escucha activa ya estás comenzando a trabajar el miedo infantil.
  • Valida su emoción, muestra comprensión y, si la situación lo permite, ponle un ejemplo personal de características parecidas para que normalice.
  • Explora. Hazle preguntas, profundiza para descubrir qué representa para él o ella la situación o amenaza. Esta será la clave para crear el recurso. Por ejemplo: No es lo mismo que mi hijo tenga miedo a la oscuridad porque piense que se puede tropezar y caer que porque piense que un terrible monstruo se esconde entre las sombras. Por lo tanto, el recurso tampoco será el mismo.
  • Elaborad juntos un plan de acción. Dale el protagonismo en la búsqueda de las distintas opciones y descubrirás que son capaces de buscar soluciones muy originales. Y si son ellos mismos los que las crean y les funcionan no solo desarrollarán más autonomía, esto también contribuirá de forma positiva en su autoimagen y autoestima.

Conclusiones sobre el miedo en la infancia

Es fundamental que nuestros hijos sean autónomos en la gestión de sus miedos ya que esto les permitirá convertirse en adultos capaces de avanzar y superar limitaciones. Para ello deben encontrar su forma particular de crear el recurso, adaptado a su personalidad, su edad o la situación que viva en ese momento.

Nosotros podemos desempeñar un papel fundamental en el miedo infantil si, en lugar de ofrecerles la “solución”, los acompañamos a descubrir qué significan para ellos sus miedos y qué necesitan para superarlos.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *